Mira como nos afanan

La siguiente es una nota publicada por el diario EL Mercurio de Chile, por favor ponerle mucha atencion, vean como nos roban y nos ven la cara de Boludos, a los socios y simpatizantes de San Lorenzo.
Lo que van a leer es un ejemplo de lo que se hizo con el Pollo Botinelli, y el robo del siglo que nos hicieron con Rovira.
Digamosle basta a este grupo inversor y a esta comision directiva.
Fijarse en el Nombre Delgado parte del grupo inversor, no dejemos que no vacien el club y mucho menos un gerenciamiento encubierto.


Miércoles 30 de Julio de 2008

Unión San Felipe, propiedad de un grupo inversor argentino, ahora sirve para triangular negociaciones de pases:
Los misterios del colista de la B

El colocolino Luis Pedro Figueroa y los goleadores Gustavo Canales (La Serena) y Sebastián Tagliabúe (Everton) figuran en los registros del "Uní Uní", que tendría más de 20 extranjeros inscritos en la ANFP.

Andrés González

Luis Pedro Figueroa, flamante seleccionado chileno, se ríe, pero suelta: "Como mi pase es de Unión San Felipe, capaz que algún día tenga que cambiar Colo Colo por el 'Uní Uní'".

Difícil que ocurra, en todo caso. El delantero argentino Sebastián Tagliabúe fue el último inscrito por un club de Primera para el Clausura. En la ANFP informaron que lo fichó Everton, pero cedido a préstamo por San Felipe. Tagliabúe, como Figueroa, nunca jugó en el "Uní Uní".

Seguramente a los hinchas albirrojos les hubiese gustado verlo en la cancha aconcagüina porque justo en el último fin de semana debutó con tres goles por los "oro y cielo" en el 5-5 con La Serena. Ese mismo fin de semana, los "aconcagüinos" cayeron en Iquique y siguieron en el fondo de la B, sin puntos.

En el mencionado 5-5, el argentino Gustavo Canales, otro "sanfelipeño" que no jugó nunca ahí, aportó con otros tres para los serenenses. Y el paraguayo Luis Peña, "papayero", que hizo otro gol, también está cedido por San Felipe. En la ANFP no accedieron a entregar el registro total de futbolistas inscritos por el club de Ascenso, pero una fuente comentó que sólo los extranjeros de sus filas suman 25.

¿Cómo es posible que el sufrido San Felipe posea jugadores para regodearse? Simple. Como la FIFA prohíbe a personas naturales detentar los derechos deportivos de un jugador, grupos inversores dueños de los pases de los futbolistas deben inscribirlos en un club para realizar transferencias. Y como la nueva ley que rige al fútbol no fija un tope máximo de inscritos, todo se hace en regla.

Es el caso de San Felipe. Hace dos años, con el advenimiento de las sociedades anónimas deportivas, el club fue comprado en 180 millones de pesos por un grupo empresarial argentino liderado por Raúl Delgado, ex secretario de prensa y difusión del gobierno de Carlos Saúl Menem, en Argentina.

Delgado pagó 2 millones de dólares por el 50% del pase de Gonzalo Bergessio, figura de San Lorenzo, quien a fin de año podría dejar Boedo en 10 millones de euros. ¿Bergessio sanfelipeño? Está el rumor de que San Lorenzo se lo "adquirió" a San Felipe en enero, pues habría estado inscrito en el club aconcagüino. La dirigencia sanfelipeña lo negó rotundamente.

Otros jugadores del "corral" sanfelipeño, según Omar Cerigliano, director y gerente del club, son Matías Urbano, de Cúcuta de Colombia, y Maximiliano Toloy, de La Serena, club que recibe apoyo de Delgado, quien ya puso ahí hace algún tiempo al colombiano Kilian Virviescas y en el semestre pasado a Jonathan Domínguez.

¿Agente FIFA y gerente?

¿Es San Felipe un club que se utiliza sólo para fines comerciales de un grupo empresarial? El hecho de que el director y gerente de la sociedad, Omar Cerigliano, aparezca en el sitio oficial de la FIFA como agente de jugadores no ayuda mucho a pensar lo contrario, pues el órgano rector prohíbe la dualidad. Pero Cerigliano explica: "Yo ya no soy agente de jugadores; lo fui, pero dejé de pagar la licencia para evitar problemas; supongo que luego me borrarán del registro, pero yo agente ya no soy".

Todo un caso el "Uní Uní".

Las historias de Brown Locarno y Colonia

El caso de Unión San Felipe es común en el mundo de los negocios futbolísticos. En Suiza, el modesto Locarno inscribe pases de jugadores millonarios, haciendo de puente para una futura transferencia. Sucedió hace algún tiempo con Gonzalo Higuaín, quien antes de pasar de River Plate al Real Madrid, fue inscrito por el equipo del país donde está la sede de la FIFA. Incluso este año, el central de la U, Rodrigo Rivera, demoró su debut pues el pase no llegaba desde Locarno, donde nunca ha jugado.

En el Aconcagua, en todo caso, las alarmas están encendidas. La hinchada y antiguos dirigentes empiezan a preocuparse al ver que su club, hoy con dueños, podría ser sólo una mera plataforma de negocios de un grupo económico.

Más aún, el temor radica en que el mismo Delgado, hoy presidente sanfelipeño, ya tuvo una mala experiencia con el Almirante Brown de Arrecifes, un modesto cuadro argentino al que gerenció y que tras su paso desapareció. Lo mismo ocurrió hace unos años con el Colonia uruguayo, también gerenciado por el hoy mandamás sanfelipeño.